Cuál es el perfil del comprador de fincas rústicas en España
España cuenta con una superficie agraria útil de 23,2 millones de hectáreas, según los datos recogidos en el INE. Este territorio se distribuye en diferentes regímenes de tenencia. El porcentaje más alto es el de propiedad, un 59% de la Superficie Agraria Útil (SAU). En el lado opuesto, y por tanto el que resulta menos atractivo, se encuentran las tierras comunales que forman el 2,5% del total de la SAU. A su vez, el cultivo favorito es el de cereales, oleaginosas y leguminosas.
El ‘I Informe Cocampo sobre la estructura del suelo rústico en España’ apunta que España tiene el 41% del suelo rústico arrendado.
Esta cifra es superior en otros países europeos como Francia (82%), Alemania (65%) o Italia (53%).
Respecto a la superficie total agraria utilizada en España, los propietarios pueden registrarse como una persona física, sociedad mercantil, entidad pública o cooperativas, entre otras posibilidades. Una vez conocida esta información, ¿cuál es el perfil del comprador de terreno rústico en España?
Aunque el perfil varía en función del tipo de finca rústica, desde Gilmar explican a Cocampo que los compradores generalistas suelen ser empresarios de mediana edad, con un poder adquisitivo alto, con todas las necesidades primarias resueltas y coinciden en su pasión por el campo y la caza. Este usuario no prioriza la búsqueda de beneficios, procura cubrir costes y reinvertir cualquier beneficio extraordinario en la propia finca.
Los expertos de Cocampo diferencian tres tipos de perfiles de propietarios de fincas rústicas en España. Los clasifican en empresarios agro, profesionales o directivos que buscan disfrutar del campo e inversores para arrendamiento.
Aunque los tres grupos formados desde el punto de vista de la demanda comparten su interés por el campo, cada uno de ellos tiene una proyección diferente sobre el uso y disfrute de su finca rústica.
Empresario agro
El primer perfil interesado en poseer nuevas fincas rústicas es muy amplio y abarca a todos los actores presentes en la economía agro. Es aquí donde aparece la familia o empresa con actividad agro profesional que se dedican a la explotación agraria y para los que la compra de fincas rústicas es la vía de expandir sus negocios.
Los expertos de Cocampo explican que este perfil está muy familiarizado con la compra de fincas, puesto que es la forma de seguir desempeñando su actividad económica y poder crecer dentro del sector agro. Los propietarios de fincas reinvierten frecuentemente sus beneficios en la compra de nuevas fincas para seguir mejorando sus ingresos.
La inmobiliaria Gilmar cuenta que este perfil suele coincidir con empresas dedicadas a la explotación agraria o fondos. Los objetivos son aumentar la explotación agraria en cuanto a hectáreas se refiere, mientras a su vez prolifera la capacidad de poseer derechos para acceder a más subvenciones.
Los empresarios agro pueden encontrarse con dificultades a la hora de comprar nuevas fincas, ponerlas en venta o arrendamiento. Ante este problema, la herramienta de Cocampo sería clave para facilitar este proceso que, en ocasiones, puede resultar desesperante.
Profesionales o directivos que buscan disfrutar del campo
Es momento de analizar otro posible perfil de comprador de terreno rústico. En esta ocasión, conforman el grupo personas de entre 35 a 55 años que mantienen o han disfrutado de una exitosa carrera profesional.
Además del rango de edad, este perfil suele coincidir con el de un profesional exitoso o directivo que busca una segunda residencia alejado de la ciudad, cerca de la naturaleza y rodeado de vegetación.
La característica principal de este grupo es la necesidad de escaparse al campo durante su tiempo libre para llevar una vida tranquila y descansar. Además, buscan teletrabajar lo máximo posible en su segunda vivienda huyendo del ajetreo de la gran ciudad para poder desconectar en un entorno rural.
A este hecho es conveniente añadirle la ventaja económica que supone poseer fincas rústicas donde este propietario suma nuevos ingresos a su cartera procedentes de su terreno agrícola. A esto se añadiría la diversificación de patrimonio del perfil que busca crear una nueva vida en el campo.
Financieros
Este grupo lo forman todos aquellos inversores que tienen un objetivo financiero puro. Esto quiere decir que encontramos a las altas finanzas, actores cuyo objetivo pasa por invertir parte de su capital en fincas rústicas para diversificar el patrimonio.
Los expertos de Cocampo aseguran que este grupo tiene un objetivo puramente financiero y pueden actuar desde fondos de inversión hasta los propios particulares adinerados que quieren depositar su dinero en terrenos rústicos para obtener beneficios a corto, medio o largo plazo.
Hoy en día, el mundo de las inversiones está poniendo especial atención en el sector agro. En un mercado tan volátil los activos cada vez pierden más rentabilidad y en el campo encuentran una alternativa más segura de inversión.
Ya sean empresarios agro, profesionales con una carrera llena de éxitos o financieros, todos ellos se acercan al sector agro para poder hacerse con una finca rústica. Son perfiles variados, pero tienen una similitud: su interés por el campo. Nadie puede negar que las fincas rústicas atraen a todo tipo de personas.
Fuente: ‘I Informe Cocampo sobre la estructura del suelo rústico en España’
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