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Los sensores para el cultivo más novedosos del mercado

07/08/2024
Agricultora controlando sensores para el cultivo en su estancia.

El sector agrícola está atravesando una transformación que afecta a todos los eslabones de la cadena. Los desafíos y oportunidades son numerosos, desde lograr un desarrollo sostenible hasta reducir costos de producción e incorporar nuevas tecnologías para monitorear la actividad agrícola. 

Los sensores para el cultivo son dispositivos digitales que encajan en esta última categoría. Los productores agrícolas los han utilizado desde hace años para conocer el estado de sus cultivos, pero en el último lustro han visto un auténtico auge en sus ventas. 

En este artículo, Cocampo explica los sensores para el cultivo más novedosos del mercado, una herramienta fundamental para los productores que desean tener un control de sus campos. 

Ventajas de los sensores para el cultivo

El uso de sensores para el cultivo implica una inversión que vale la pena, dados los múltiples beneficios que aportan a cualquier emprendimiento. Son herramientas que, sumadas al ahorro que genera la agricultura de precisión, brindan toda la información necesaria sobre el suelo, las raíces, las plantas e incluso el entorno en el que crecen. 

La optimización en el uso de los recursos es otra de sus grandes ventajas. Por ejemplo, los medidores de humedad ayudan a identificar posibles errores u oportunidades de mejora en las zonas de raíces, permitiendo controlar las pérdidas de agua o fertilizantes. 

Además, los sensores pueden generar alertas en situaciones que requieren decisiones inmediatas: lluvias intensas, fuertes vientos, posibles sequías… Conociendo estos datos de antemano, es posible proteger los cultivos ante cualquier imprevisto. 

Los sensores para el cultivo más novedosos

Entender las ventajas es el primer paso para apreciar la utilidad de implementar tecnología en el campo.  

El segundo paso es conocer los sensores para el cultivo más destacados del mercado para planificar un presupuesto que contemple futuras inversiones.  

A continuación, se presentan las redes de sensores inalámbricos más potentes disponibles: 

  • Sensores de radar guiado. Este tipo de sensor permite analizar líquidos o sólidos granulados sin que la superficie del producto influya en la medición. La tecnología de “fin de sonda” utiliza pulsos de radar de alta frecuencia para transmitir información rápidamente entre sus nodos, garantizando una medición segura y precisa. 
  • Sensores de radar. La particularidad de estos sensores es su capacidad de aplicarse en una variedad de productos, incluidos los de naturaleza corrosiva. Se pueden colocar sin necesidad de contacto directo con el producto, manteniendo la resistencia a la presión y temperatura. 
  • Sensores de nivel hidrostático. Especialmente diseñados para pozos o depósitos, estos sensores son altamente resistentes a las condensaciones y están fuertemente sellados, lo que asegura estabilidad a largo plazo y resistencia a choques térmicos. 
  • Sensores de horquilla vibrante. Los productores que manejan silos con sólidos de grano fino o pulverizado pueden beneficiarse de estos sensores, que proporcionan información detallada sobre su actividad. Son eficaces, con un sistema de prevención de sobrellenado y medición constante a pesar de vibraciones o adherencias. No requieren calibración y cuentan con una función de automonitorización. 
  • Sensores de ultrasonido. La revolución tecnológica en la agricultura ha llevado a la inclusión de nuevas fórmulas de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i). Los sensores de ultrasonido, que no necesitan contacto para hacer mediciones y son inmunes a manipulaciones por humedad o densidad, son un claro ejemplo. Además, poseen una función de autolimpieza sin necesidad de mantenimiento específico. 

Conclusión

El principal beneficio de la tecnología es la reducción de los tiempos de producción y la mejora en la calidad de la producción agrícola. La digitalización es un proceso inevitable para muchos negocios que buscan obtener ventajas competitivas. Identificar herramientas como los sensores para el cultivo, que permiten optimizar todo el proceso desde el principio hasta el final, es una excelente opción para lograrlo. 

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