Conocé los tipos de abonos orgánicos que podés usar en tu huerta
Los abonos orgánicos son aquellos que provienen de materiales orgánicos de cualquier tipo, como restos de plantas o animales. A diferencia de los químicos tradicionales, los abonos orgánicos tienen que originarse naturalmente y en la mayoría de los casos, se componen de un solo ingrediente.
El valor nutricional y de los ingredientes de este tipo de compuestos no proporciona una solución rápida si se comparan con los fertilizantes químicos. Por el contrario, estos se descomponen muy lentamente por la acción de microorganismos y procesos biológicos necesarios para que las plantas puedan absorber los nutrientes y al mismo tiempo acondicionar y rejuvenecer el suelo.
Los abonos orgánicos son más ecológicos y por eso son los preferidos en la agricultura verde y saludable. En la actualidad, existen productos orgánicos que incluyen extractos de pescado, desechos vegetales de la agricultura, desechos animales, lodos de aguas residuales tratados, turba, entre otros compuestos.
Si querés conocer más sobre los tipos de abonos orgánicos que podés usar en tu huerta, seguí leyendo.
Índice de contenidos
Principales beneficios de los abonos orgánicos
Debido a la naturaleza y origen de los abonos orgánicos, tienen varios beneficios para la jardinería. La mayoría de los agricultores optan por estos productos por sus beneficios en comparación con los químicos.
No solo mejoran y acondicionan el suelo, sino que también mejoran el rendimiento y la salud de las plantas. Los siguientes son los beneficios asociados con el uso de abonos orgánicos:
- Producción simple y local: No requieren un proceso industrial intensivo para su producción o preparación. Se pueden preparar en casa o a nivel local, reduciendo costos y emisiones al eliminar la necesidad de fertilizantes procesados industrialmente y su transporte a la granja.
- Mejoran la fertilidad y textura del suelo: Acondicionan y rejuvenecen el suelo constantemente, mejorando su textura, drenaje y aireación. La descomposición lenta de los nutrientes asegura que el suelo se mantenga fértil durante años.
- Promueven la salud de la sociedad: Quienes consumen alimentos orgánicos están libres de riesgos para la salud asociados con trastornos de la piel y el cerebro, accidentes cerebrovasculares y cánceres, en comparación con quienes comen alimentos producidos con fertilizantes químicos.
- Disponibilidad y bajo costo: Los materiales para preparar abonos orgánicos están fácilmente disponibles localmente, lo que reduce la necesidad de invertir en abonos costosos como los químicos. Mantienen la fertilidad del suelo durante mucho tiempo, reduciendo la necesidad de más productos.
- Compatibilidad con el medio ambiente: Los abonos orgánicos son biodegradables, apoyan el ciclo de nutrientes y las actividades bioquímicas naturales. No contienen químicos dañinos que contribuyan a la polución y contaminación del agua y la tierra.
Tipos de abonos orgánicos
Estiércol
El estiércol es uno de los tipos de abonos orgánicos más utilizados en el jardín.
Proviene de los desechos de ovejas, caballos, aves y ganado. Es fácil de procesar y producir, ya que se compone esencialmente de excrementos de animales con algo de material de cama.
El estiércol es valioso como elemento orgánico para mejorar el suelo, aunque tiene una baja concentración de nutrientes. Debe convertirse en abono o prepararse adecuadamente, ya que el uso de estiércol fresco puede quemar las plantas.
Harina de huesos
La harina de huesos es un fertilizante orgánico hecho de huesos finamente molidos de ganado y animales de mataderos. Es una fuente vital de calcio y contiene hasta un 15% de fosfato.
Se utiliza para estimular la floración, la producción de frutos y el crecimiento de sistemas de raíces fuertes, principalmente en bulbos, flores y árboles frutales.
Fertilizante de mariscos
El abono de mariscos se procesa a partir de conchas o huesos triturados de mariscos y cangrejos. Al igual que la harina de huesos, es rico en calcio y fósforo, además de otros minerales traza. Ayuda a la floración y al crecimiento de raíces fuertes y contiene quitina, que promueve el crecimiento de organismos que inhiben plagas destructivas.
Fosfato de roca
El fosfato de roca es otro de los tipos de abonos orgánicos. Proviene de una roca compuesta de cal-fosfato o calcio, que se puede moler para formar pequeñas partículas o polvo.
Es beneficioso como fertilizante porque no se lixivia y permanece en el estado original hasta que las raíces de las plantas lo absorben, fomentando un crecimiento saludable.
Turba
Este compuesto de materia orgánica fosilizada contiene minerales, carbohidratos y ácidos fúlvicos y húmicos. Se produce a partir de fuentes de materia vegetal sometidas a temperaturas gélidas, con poca oxigenación y abundante agua. Es ideal para estabilizar el pH del suelo.
Cenizas
Las cenizas, también consideradas entre los tipos de abonos orgánicos, tienen niveles altos en fósforo y potasio y proviene de la combustión de madera, leña y hojas secas. Solo es necesario mezclar las cenizas con el sustrato o el agua de riego. Se usa para mejorar el pH de los suelos ácidos.
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